cuando abrimos los ojos ya estábamos sucias
pero ese pecado nunca fue nuestro
un perro informe nos lame los pies
servilismo del Poder
no lo alimentéis hermanas, dejadlo morir de hambre
I
compañeras del miedo
debajo de la lengua tenemos un espectro
amarillo
como un cajón lleno de cadáveres
en el
jardín no queda ni ceniza
ni los
huesos albos de aquel no nato
libre
era su nombre
pero lo
ahogaron en el vientre de su madre
insulto
demográfico
su
esquela la llevamos afilada
en el
vértice íntimo de nuestra decadencia
nos
atraviesa la médula, sedosa
suave
como piel recién parida
ahí llevamos la huella de los Amos
y la damos de mamar a nuestros Hijos
II
compañeras del miedo
somos todas esclavas
un
baboso engendro
me
germina en el útero
se
retuerce
y me
ofrece un mercenario por amante
al que
veré mas dos horas al día
y
también da mi cuerpo
al neón
suntuoso del Abismo
la
máquina registradora me cercena la carne
la
despega poco a poco de mi hueso
así
voy
así vamos compañeras
III
compañeras del miedo
levantaos
el
Imperio es un tumor
un
vasto erial en nuestras venas
os
llamo desde aquí, desde la sima
extirpemos
a la mansa, a la callada
extirpemos
el silencio
seamos
la rebelión más amorosa
cultivemos
la revolución del útero inflamado
prendámonos
las unas a las otras
seamos el incendio y la explosión
(del libro inédito La Ciudad)
(del libro inédito La Ciudad)
1 comentario:
Qué bueno, Mar. Esperaremos con impaciencia La Ciudad.
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