Este libro:
(...) Por eso, aquí encontraréis versos de todo tipo: para jugar, para pensar, para sentir, para cantar, para reír, para imaginar, para saber de la tristeza y de la alegría. Porque todo ello forma parte de la vida; y, de la vida también, forma parte vuestra familia.
No me gustaría dejar de recordaros lo hermoso que es compartir la lectura en voz alta. El vínculo que se genera es de los que perduran en la memoria para siempre. Porque cuando vuestra familia ríe, lee, juega, recita, conversa o piensa junta, está construyendo recuerdos. Los recuerdos serán las raíces que alimentarán la frondosidad de vuestro pequeño bosque; y cuando ese otro bosque que se llama vida los haga crecer, ellos, vuestros hijos, siempre os recordarán como esos enormes árboles que les dieron cobijo y les cantaron versos.
Decálogo.
Cómo no leer un poema.
1
Al poema no le gusta que lo interroguemos antes de leerlo. ¡Es tan agradable dejarse llevar por él! Un poema leído con prejuicios es un poema echado a perder.
2
Al poema no le gusta el «no lo entiendo», ¿acaso intentamos entender la inmensidad del mar o los colores de un cielo encendido al atardecer?
3
Al poema no le gusta que lo leamos como si fuera la lista de la compra: qué alegría le da que lo leamos acompañando con la voz; serios como sopranos o divertidos como si dijésemos un trabalenguas; cada uno tiene una forma de lectura que lo hará mejor poema.
4
Al poema no le gusta que lo lean en público sin vestirse adecuadamente. Es coqueto. Si practicamos un poco
antes de leerlo delante de otros, nuestra voz se convertirá en parte del poema y lo hará crecer.
(...)
Así comienza: 44 POEMAS PARA LEER CON NIÑOS, que ya es una realidad. Ya podéis pedirlo en vuestras librerías habituales. Un libro con poesía de todos los tiempos y tipos, para todo tipo de familias. Poesía hispanoamericana. Con los poemas brevemente comentados. Una introducción y un decálogo sobre "cómo no leer un poema". HA QUEDADO PRECIOSO. Ha sido un trabajo largo, de hormiguita, mucho pensar y sentir, buscar, leer y releer. Queriendo construir la antología que a mí me hubiera gustado encontrar. Con poemas para todos los gustos y todas las edades.
Lo dicho, espero que os guste.
2 comentarios:
Y también para ser leído por otros no tan niños. Leyendo esos fragmentos he vuelto a la infancia (¿qué diría Freud?).
Qué goce para un pequeño entrar a la poesía con un libro como éste.
¡Un abrazo desde México!
Hola, Pablo;
A Freud no hay que hacerle caso en todo :)
Gracias, eso esperamos, que les guste mucho a todo el mundo.
Abrazos.
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