ay, pero después, después relamió tu lengua,
desde un maremoto,
y se lamieron también
los escondites y el zaguán
se chuparon largamente los murciélagos
se libaron señuelos y fantasías, los unos a los otros
y el sabor de la tierra y el zurrón cautivó a los pastores
digeriste con dulzura aquello más terrible
en tu duodeno escondiste refugiados y víctimas
y tu pancreas conminó misterios y sindicatos
en tu estómago comulgaron las favelas y ataudes
y crecieron estaciones en los espejos, con sus trenes y raíles,
y los novios guardaron el sabor de las novias, de algodones de azúcar y piélagos lejanos
y se acicalaron de feria cualquier lunes pasado, aguacates y naranjas, fresas y melocotones
y el arroz y las cigüeñas sofocaron los incendios,
y de sinalefas se colmaron los cuencos y de anáforas las ánforas
y vomitaron los jueces su justicia de escorpiones
los soldados sus violencias se amputaron, para dártelas,
y construyeron los obreros con sus manos todas las alegorías
lamió tu lengua, lamió tu fuego
como un maremoto al mundo
1 comentario:
Esa ola-lengua, el maremoto que produce... ufffffff La tierra entera se revuelve, y tus vísceras, y pastos y ganados.
Genial el vértigo producido.
Me encanta.
Besitos, amiga
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