Mar Benegas: poemas para un hijo

jueves, 5 de mayo de 2011

poemas para un hijo

durmiente y calmo
viniste a repoblar mi desierto

yo te veía dormir
en tu tranquilidad fósil
-sólo vivías luz-

te hacías aire
te mezclabas con las hojas

era tanta la paz:
ver tu esqueleto de calcio
-transparente en tu fragilidad,
invencible en tu hambre de vida-

mi piel te cubría
haciéndote una cuna
(como una manta recién tejida)
-eterna y milenaria-

y tú soñabas a mi lado
con mundos de leche
y el ritmo de mis latidos
se mezclaba con los tuyos

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