Mar Benegas: Poéticas del cuerpo ROSA LENTINI

miércoles, 27 de marzo de 2013

Poéticas del cuerpo ROSA LENTINI

 

Lo frágil lo interminable:
entrar en la resistencia del cuerpo
como en una ciudad sitiada
de cristal
tras años de ausencia

***


Nos confronta áspero
acaricia despacio los hombros
baja hasta las rodillas
como si nunca lo hubiéramos 
inventado y en vez de ello
el dolor descubre el invierno
embozado en los huesos
y nosotros recibimos su queja
y escribimos su viaje









No descubrir la rutina de
dos cuerpos que se recogen
uno en otro
tan solo despojos
de un posible anhelo
sin perfecciones

***

No hay sino dos cuerpos
como dos jadeos
anílopes extenuados
cuyos muscúlos
se alargan y contraen
ciegos
a la carrera hacia delante
por la pradera que se cruza
a dos velocidades
si todo lo que son escapa
y muere huyendo






 Sobre la cicatriz
la pluma y la tinta
la residencia
de un espacio
no profano  el dolor
como una gran migración
quema las huellas
inunda lo abierto

***

En los huesos debilitados
confiscas una muerte
una bengala
que anuncia tierra blanca
greda para desengrasar
ya cierras los ojos
menos mansamente a la calma
retraída en el riesgo






Si la carne
se enciende de la nada
y luego se consume,
se cierra sobre el vacío,
nombra la piel que nos viste
o habita la codicia de granito
que quiere ser de fuego,
para durar en los páramos,
en los surcos vueltos trincheras
a lado y lado del camino
y mejor encubrirse;
si la carne ordena la memoria
para quedarse en este punto,
¿hadia dónde ha de dirigir
la mirada 
el que renuncia?

***

En tu oscuro rostro
muerte y hambre
se entretejen, madre,
pero basta un golpe 
de tu mano hincada
para levantarnos de la fosa.




Las manos que te entierran
             que te roban 
no se acercan
la lengua que te humilla calla
el sexo se mantiene en su capucha
ese respirar sometido más que una certeza
arrastrada hacia ese querer impío
te consumías a pesar del no
y eres una cosa decía los forcejeos
              lo repetían
              insistían
              una cosa

finge que él termina
y tú te encuentras más allá de la afrenta
sueña que las manos que te asaltan no existen
              no oyes no hablas
              sube trepa sin escarpias
              más arriba
 mira en el silencio
              penetra sin ojos
no despiertes a la serpiente

en un parpadeo
tu cuerpo en espiral
              sube sin el sí, y sube




Poemas de Rosa Lentini, del libro "El veneno y la piedra" de la Editorial Icaria. 

*El cuerpo que se transforma, el cuerpo como ente bicéfalo. El cuerpo es cuerpo porque existe el otro. La dualidad, la batalla a la que se accede desde "entrar en la resistencia del cuerpo". "Dos cuerpos" que se repiten en esa primera parte de libro. Después el cuerpo se convierte en letra. La poesía que trepa los poros, que se exuda por la propia piel. Al final el miedo acuchilla, se ve, y se vence, y se nombra ese cuerpo que habrá de liberarlo. Primero entra en su resistencia, después, soltar el nervio, dejar ir el pánico, en el camino: la poesía.*
 


Todas las imágenes son de Cristina García Rodero.




 

2 comentarios:

Lidia dijo...

Cristina García Rodero...qué crack.

Grandes poemas para hacerse compañía mutua, también :)

Besitos

Mar Benegas dijo...

Sí, Lidia, es impresionante el trabajo de ambas, tienes razón.

Un abrazo grande.